Innovación en el aula
La innovación en la docencia es siempre
algo deseable, principalmente cuando el objetivo que se persigue, en base a la
ley de educación, es tener una educación comprensiva, que llegue a todos los
alumnos, sean cuales sean sus capacidades e intereses. La innovación debe dar
pie a despertar el interés de aquellos que en principio están más desenganchados
de la clase así como a reforzar el de los demás. En la enseñanza de las
ciencias, y de la Física y la Química en particular, resaltar el aspecto
práctico de los contenidos estudiados es fundamental. Para ello lo más efectivo,
en mi opinión, es experimentar en clase las causas, el desarrollo y los efectos de aquellos fenómenos que puedan
resultar más llamativos e interesantes. O lo que sería aún más positivo,
presentar a los alumnos el fenómeno antes de comenzar su estudio, para ir
analizándolo y comprendiéndolo de una forma interactiva, en la que los alumnos aprendan
a formular hipótesis, validarlas o modificarlas y desarrollar una explicación
teórica sobre lo que en ellos está ocurriendo. El paso final sería el de
revisar la bibliografía para comprobar el conocimiento de la ciencia sobre ese fenómeno,
dándose cuenta así de los pasos seguidos por los investigadores en el pasado para
llegar a las teorías vigentes en la actualidad y comparándolo con el trabajo
realizado en clase.
En mi primera experiencia como
docente, durante las prácticas que he realizado en el IES El Astillero, he
intentado seguir la línea de mi tutor de prácticas, más bien clásica, basada en
la exposición oral y la resolución de problemas, aunque con continuas referencias
a la vida cotidiana a fin de despertar el interés de los alumnos y facilitar la
comprensión. Esta decisión ha sido fruto, por un lado de mi inexperiencia como
docente, que me ha frenado a la hora de ser innovador, y por otro la escasez de
tiempo ya que, si bien no he tenido unos contenidos fijos y de “obligado
cumplimiento” durante las 6 sesiones en las que pude dirigir la clase, era
consciente de que el calendario no permitía extenderse demasiado, por lo que he
intentado avanzar lo máximo posible en la unidad didáctica dedicada a la Dinámica,
prevista en la programación con 16 sesiones. Además, el hecho de hacer un
examen al final de las prácticas obligaba a cubrir unos ciertos contenidos. En
definitiva, no he sido muy innovador en esta primera experiencia docente, siendo
quizá la mayor innovación la visualización de un video sobre el Curling, ese
deporte parecido a la petanca que se juega sobre una pista de hielo. Lo puse en
relación con la primera ley de Newton, para resaltar el hecho de que un cuerpo
en movimiento no necesariamente está sometido a una fuerza que lo mueve, sino
que puede ser un cuerpo libre con movimiento rectilíneo y uniforme. Este
ejemplo es una aproximación bastante realista, donde se puede apreciar que el
movimiento de la piedra una vez lanzada es casi un MRU únicamente modificado
por el efecto de la fuerza de rozamiento (concepto que a su vez introducimos) muy
pequeña en este caso. Como innovación también cabría mencionar el hecho de
proporcionarles varios sitios web donde podrían experimentar con simuladores de
situaciones típicas estudiadas en la unidad didáctica.
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