martes, 11 de febrero de 2014

El currículo de 3º y 4º de ESO y Bachillerato: objetivos y competencias vs contenidos - Lali González.

Empezamos la clase de hoy comentando como una programación didáctica debe basarse ciertamente en los contenidos establecidos en el currículo, pero siempre teniendo en cuenta que nuestro último fin tiene que ser cumplir con los objetivos que marca el currículo para la asignatura y propiciar el desarrollo de las competencias básicas de los alumnos.
Los contenidos establecidos en el currículo pueden tratarse de diferente forma y en diferente grado de profundidad. Lo más habitual es tratarlos de acuerdo al criterio establecido en el libro de texto. Pero esto no siempre es lo más adecuado, porque puede ser que de esta forma no se consiga lograr los objetivos de la asignatura, ni desarrollar las competencias que marca la Ley.
Jose nos recomendó un par de libros de texto, ya descatalogados, en los que los contenidos se presentan ajustados al máximo a lograr los objetivos de la ESO y están orientados al desarrollo de las competencias básicas de los alumnos. Estos libros se plantean cono actividades más que con teoría. Son de la EDITORIAL ELZEVIR y la EDIRTORIAL EREIN-OCTAEDRO. Ambos disponen de libro del profesor, en el que se incluyen posibles ideas previas de los alumnos, indicando cómo abordarlas y además se proponen actividades para la evaluación.
EL CURRÍCULO DE FÍSICA Y QUÍMICA EN 3º Y 4º DE ESO.
En 3º la asignatura se imparte a razón de 2 horas semanales, con lo que se dispone aproximadamente de 60 horas para todo el curso. En el currículo los contenidos se dividen en 4 bloques:
BLOQUE 1: Contenidos comunes.
BLOQUE 2: Diversidad y unidad de la estructura de la materia.
BLOQUE 3: Estructura interna de las sustancias
BLOQUE 4: Cambios químicos y sus repercusiones.
Lo más habitual es que el bloque 1 se imparta de forma trasversal a lo largo de toda la asignatura, con lo que disponemos de 20 horas para cada uno de los 3 bloques restantes.La densidad de los contenidos es tal, que si queremos conseguir los objetivos de la asignatura y trabajar las competencias de los alumnos, no queda otra opción más que hacer una selección y eliminar algunos de éstos. Lo más lógico es realizar una selección que nos permita cumplir al máximo con los criterios de evaluación establecidos por el currículo. Sin embargo, parece que la mayor parte del profesorado se inclina por dar la mayor parte de contenidos posibles y olvidarse de objetivos y competencias. Esto se traduce en muchos suspensos y poco aprendizaje para los alumnos, frenando así su motivación e interés por seguir aprendiendo ciencias.
En 4º la impartición de la materia se realiza a razón de 3 horas semanales, con lo que disponemos aproximadamente de 90 horas con los alumnos. Los contenidos establecidos por el currículo para este curso se dividen en 5 bloques:
BLOQUE 1: Contenidos comunes.
BLOQUE 2: Las fuerzas y los movimientos.
BLOQUE 3: Estructura y propiedades de las sustancias. Iniciación a la química orgánica.
BLOQUE 4: Contribución de la ciencia al futuro sostenible.
De nuevo el bloque 1 es habitual que se imparta de forma transversal a lo largo de todo el curso, con lo que disponemos de 22 horas para cada uno de los 4 bloques restantes.
Puede ser una buena idea no respetar el orden establecido en el currículo oficial y comenzar con el bloque 3 a modo de continuación con los contenidos de 3º, que eran mayoritariamente de química.
Los contenidos del bloque 5 están relacionados directamente con el desarrollo de las competencias de los alumnos. Sin embargo, es un bloque que habitualmente se elimina de la programación, fundamentalmente porque no se considera importante por parte de los profesores, que prefieren invertir el tiempo en reforzar otros contenidos, y también porque supone preparación extra, ya que no se recoge en los libros de texto.
Es importante cuidar el aspecto práctico y experimental de los contenidos y no olvidarse de tratar el contexto histórico de los mismos. Además no podemos perder de vista que para muchos alumnos va a ser la última vez que vean algo de ciencia, con lo cual si tenemos que seleccionar algún contenido no debemos eliminar cosas importantes de cultura general.

Tras el descanso, visionamos un fragmento de un capítulo de la serie The Big Ban Theory, en el que el protagonista, Sheldon, asume el reto de enseñar física a su vecina que desea aprender algo a cerca del trabajo que realiza su novio. Pudimos ver cómo Sheldon la avasalla con una cantidad desmesurada de conceptos que ella no es capaz de entender y que no se ajustan para nada a lo que ella busca. Al final, lo que consigue es que ella se aprenda de memoria lo que va a decir y lo suelte de carretilla. Y con lo que realmente se queda es con que el de la tarta de manzana era otro Newton.
Después pudimos analizar una lección de un libro de texto de secundaria, a cada cual más gordo. Vimos de primera mano el grado de extensión de la parte dedicada a la explicación teórica de los contenidos, la densidad y complejidad de los mismos, su poca aplicación práctica y su orientación casi total a la resolución de problemas tipo, ajustándose más bien poco o nada a los objetivos del currículo y dejando totalmente de lado el desarrollo de las competencias básicas de los alumnos.

EL CURRÍCULO DE BACHILLERATO.
El Departamento de Física y Química imparte, al menos, 4 asignaturas en Bachillerato: Física y Química y Ciencias del Mundo Contemporáneo en primero y Física y Química (por separado) en segundo.
El currículo de Bachillerato no define competencias que desarrollar, aunque si habla de trabajar las competencias. Lo que si se definen son los objetivos, y curiosamente, entre ellos no se encuentra preparar selectividad. Sin embargo, ya sabemos que eso se convierte en el principal objetivo de esta etapa.
Así como para la ESO vimos al principio de la clase que podemos encontrar algunos libros para tratar los contenidos consiguiendo los objetivos propuestos por el currículo y desarrollando las competencias básicas de los alumnos, para Bachiller no hay libros en esta línea. Los libros de los que se dispone tienen un nivel de concreción del currículo muy denso y profundo, lo que hace inevitable una selección de contenidos. Y ¿cómo se seleccionan los contenidos? Pues está claro: ¡hay que dar lo que entra en selectividad!

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